Jorge Vergara es graduado de la Maestría en Comunicaciones de la PUCP, Doctor en Investigación Social con mención en Sociología por la FLACSO-México y trabaja como consultor en comunicación en la Oficina de comunicación de la Presidencia del Consejo de Ministros. Aquí, nos habla de sus temas de permanente interés: Comunicación y Ciudadanía.
Estamos tratando de definir para el Estado una
estrategia de comunicación en donde no se pierda de vista al individuo y su
derecho a ejercer su ciudadanía, que es algo que las personas van incorporando
de a pocos en los talleres que hacemos en provincias con múltiples gremios, y que
podemos medir cualitativamente en un interesante ejercicio, donde les pedimos
escribir “una carta a la patria”. En ella se revela no sólo lo que reclaman del
estado si no también lo que se comprometen a hacer por el país, y casi todos apelan
a los temas que hemos trabajado, como los derechos constitucionales y el rol de
los medios de comunicación.
Queremos seguir rigurosamente estos resultados para
ir ubicando líderes, comunicadores natos y profesionales que puedan formar una
gran red nacional que interactúe entre sí sin pasar por Lima, rescatando
información relevante que muchas veces se le escapa al centralismo. Funcionamos
con Linkedin como base y entonces
allí el horizonte se amplía, ya no hay barreras geográficas y la interacción es
permanente. Yo acompaño ese proceso y la verdad es que recibo mucho más de lo
que doy en conocimiento.
Con esto queremos que la comunicación corporativa
sea mucho más horizontal, que interactúe con el individuo y gane terreno en donde
no se pensaba. Es importante que se le piense como una gran inteligencia, que
maneje acciones y planes dentro de una estrategia, no eventos aislados con
productos informativos que vienen a ser sólo una parte del proceso.
La comunicación estratégica ha evolucionado y hay que ir con ella, reinventándose a cada paso, y pensar que nunca va a dejar de evolucionar, que el cambio no es la nueva cosmética de los medios que ponen redes sociales en sus pantallas si no que hay que procesar ese nuevo tipo de señales casi a diario como se hace ya en Estados Unidos o México en donde el estado tiene sus propios motores de búsqueda y monitoreo de lo público.
En nuestro país todavía prima el análisis de la
cantidad de veces que las personas vieron un contenido, hicieron click y lo compartieron, pero no se toma
mucho en cuenta lo que la gente comentó, cómo reaccionó, en qué contexto
compartió, qué le agregó.
Las redes se
están haciendo fundamentales para ejercer ciudadanía, pero hay que
incorporarlas inteligentemente para proveer a los ciudadanos de verdadera
interactividad.
Los ciudadanos obtienen casi gratis un celular
inteligente pero ¿en qué temas les pedimos interactuar? ¿Para qué los estamos
usando? ¿Qué estamos produciendo para ellos? ¿Cómo estamos usando la
inteligencia de la información para nutrir un proceso de comunicación que ayude
a la construcción de ciudadanía?
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